Si, si, si… me voy a Madrid. Serán solo seis días. Será para trabajar. Me voy sin mi hijo. Pero…. ME VOY A MADRID.
Me encanta volver como turista
desarraigada a la que casi todos ven como Polaca Independentista conversa. No es verdad.
Y las no verdades de mi persona, son las que más gracia me provocan.
Desde que escribo en este blog me pasa a menudo. La gente se cree que soy Pere Gila y no. Pere
Gila es lo que me gustaría ser. Al 100%. Las 24 horas del día. Hay veces que no
le llego a la altura del betún de los zapatos negros de coordinadora. En lo que
coincidimos plenamente, Pere y yo, es, en nuestro mutuo amor por la ciudad que
vio parir a mi madre hace ya 41 años y viva la madre que me parió, dicho sea de
paso.
Me gusta su frío helador en
invierno y que cuando entres en las cafeterías haya vaho en las ventanas y todo
el mundo tenga un montón de ropa al lado quejándose de que hay que ver que frio
hace este año pero no tanto como el pasado ¡eh!. Me gustan sus tejados desde el
balcón de un séptimo piso con el marco del inigualable cielo azul de
Madrid. Son anárquicos, rebeldes,
chulescos y desordenados. Justo como yo. Con sus antenas de rayos, de teles particulares
y de comunidad de vecinos. Con su ropa
de sábanas secándose en la mitad de tiempo que se secan en Barcelona. Con sus
calles cortadas y juntadas en las aceras y sus tejados haciéndose amigos de los
balcones del edificio de al lado.
El cielo de Madrid tiene un azul
que no lo tiene ningún otro. Por mucha
capa de boina de contaminación que digan que tiene. Cuando estás allí, debajo de la boina de
mierda, los ojos se te drogan y ese azul es, no eléctrico, sino luminoso. Es cegador y hace que camines embobá buscando
el trocito de cielo siguiente por donde saldrá el sol.
En Madrid es fácil hacer amigos,
dicen unos. Bueno, es fácil encontrar con quien tomarte una caña un martes,
pero eso no es un amigo, dicen otros.
Pero amigos de verdad, de verdad, en Cataluña. Aunque un martes sea difícil tomarte una caña
con alguien. En Cataluña ellos “hacen cafés”.
Los amigos los tengo en todas partes. Van pegados a mí. Estas Navidades he tenido
muy presente a una amiga muy querida que no estaba físicamente conmigo pero me
ha llevado de la mano todas las fiestas.
En los momentos buenos y en los malos.
Esta semana que me voy, me llevaré en mi corazón a la chica de Mobles
Bernat y a sus abrazos de luz explosivos.
La guasearé y le diré “T´estimuuuuuuu”.
Estoy
soñando con tomarme una cerveza muy bien tirada por un tabernero gordo al que le queda ajustao
el chaleco negro y lo lleve sin abotonar. Bien fresquita, y en su vasito de caña, con su golpe seco en la barra
de mármol y su espuma intacta de dura hasta el final. Una Mahou con dos
cojones. Tapita acompañando no por cortesía de la casa, sino para que te entre
sed y te pidas una caña más y ya saben los del gremio que quien bebe, gasta y
quien gasta más bebe. Coño, démosle a la
gente su tapa.
Los camareros Madrileños vacilones,
chulapos, mayores y feos son mi debilidad.
Cuanto más feo es un camarero más gracioso y más seguro de su oficio
está. Esos piropazos que me han lanzado
solo por tener dos patas y no cuatro y un par de mini carretas no tienen precio. El mejor, delante de un novio catalán que
tuve, en un bar de papelillos arrugaos con serrín en el suelo, cerca de la
Plaza de Cascorro. Me fui directa a la barra entre codazos a la clientela (a mi
no me pide las cañas un novio, vamos hombre, me la pido yo.
Quiero mirar al
encargado de que el grifo no se desbarate y ponerle cara de: tu y yo vamos a
ser buenos amigos y si me tiras bien prometo estarte agradecido, como en la
canción de Rosendo). “Dos Mahous, por favor” Sentencio con los dedos en forma
de uve mirando al cielo. Ni me miró el tipo mientras berreaba por la barra. La
tiró con clase y señorío y con las piernas separadas no se fuera a pillar los huevos
y me las soltó asegurándose antes que yo le miraba “Una Mahou” gritó “Rubia”
puntos suspensivos mientras yo indagaba la referencia “Y con cuerpo” y aquí la
medio sonrisa de lado. Y mi sonrisa entera con ojos y todo correspondiendo. Girarme, ver los ojos encendidos de Joan y
morirme de la risa fue todo uno. “Jo a aquest payo li fotu un ostia”. “Deja, deja,
Joan, que aquí es así, es vacile gracioso” “Si, los cojones gracioso, si está
queriendo ligar con mi novia”. Yo ya no
vacilo a los camareros en Cataluña, con lo que me gusta. Son muy serios y a lo peor se creen que
realmente me lo quiero hacer con ellos y como una ya está cuarentona lo que me falta,
que me tomen como gallina para caldo.
Esta semana Madrid, además será mi
Malena llamándome Tia Astrid y luego diciéndome que nooooooo, mientras suena
Dora la Exploradora. Mi Lucia que es como mirarme en un espejo. Mi hermano enredándome
con ilusión en un proyecto nuevo y yo dejándome enmarañar por él con mucho
gusto. Mi cuñaita y su promesa de
alfajorcitos que nunca llegan pero risas y besos que siempre comparto. Mis primas, todas con cervezas, buen comer,
mejor bailar y amor por mí a raudales. Mi
padre y sus guisos amorosos y personalizados. Mi “La Concha”, sus paquetitos pensados y su notas
escritas con caligrafía de Agatha Christie.
Mi Vae Victis y mi Casarrubix dos hombres para alegrar a una dama desde siempre,
desde el instituto, que me miran como si aun tuviera 17 años, justo como les
veo yo a ellos. Mi Mari querida y su “cuando
nos veamos no podremos llorar porque nos dará la risa”. Mi Lady, su pelazo Pantenne, su “¡tía, que
guapa estás!” y un café aplazado pero siempre presente. Mi Kote que ya no me lee pero me piensa. Mi Angels que me adivina y por fin me podrá
comprobar.
El aire de Madrid, el asfalto
duro, los coches pitando por todo y por nada, la gente enfadada, mucho y
contenta mucho también. Todo es excesivo
en Madrid. Agotador, sudoroso, vociferante,
cansado, al límite, pero es mucha vida al fin y al cabo. Eso echo de menos cuando estoy aquí, en
Cataluña. Solo seis días claro. Al poco la vida de Madrid se me ha metido tanto
en las venas que la mía se diluye. Y me quiero escapar corriendo al Garraf, donde
hay un pabellón cuatro esperando un relato impreso de Pere Gila tal y como le
prometí a mi madrina. ¿Contestarán?
Foto tomada del blog http://fotosdemadriddenoche.blogspot.com.es/2011/08/los-tejados-de-madrid-bajo-las-nubes.html
<3 Te esperamos con muchos besos, babas, nuevos proyectos y alfajorcitos tía Astrid!! <3
ResponderEliminarTía Astrid va cargadita de amor, besos y un juguete de Luc para prestar a Malena y que ella en un año se lo pase a Lucía. Lo de los alfajorsitos cómo que no te creo. Pero un buen Ron hará apaño, si es contigo
Eliminarohhhhhhhh Ann.....me hicistes llorar, cuanto te voy a echar de menos!!!! espero esos whatsapps!! t'estimoooooo guapa.
ResponderEliminarY que envidia....vas a estar con Angels!! yo tb quieroooo...
Abracitos de luz mi niña, por suerte una semana pasa rapido.
fdo: llum
Que bonica eres Llum. Creetelo. Le pasaré tu amor a Angels y volveré con el suyo para ti. En seis días. Que vendas muchos dormitorios para amar
Eliminar... Y cañas... cañas los martes (opcional: en chándal y con periódico doblado bajo el brazo...)
ResponderEliminarQuerido anónimo, tal y como reza la canción, antes muerta que sencilla. Soy antichandalera pero si el periodico es El País puedo hacer una excepción y que caigan esas cañas de los martes. Con que no sea un periódico deportivo y la caña la pida yo creo que haré como que no veo el chandal
EliminarQué genial!! Es que Madrid es mucho Madrid! Soy absolutamente fan de este post, de la escritora y de la ciudad!! como valenciana-catalana Madrid siempre me sorprende, primero el frío, plas bofetada, igual estamos en Valencia a 20 grados y en Madrid unos pocos sobre cero y los taxistas me dicen, cómo se te ocurre venir a Madrid en Enero?? jajaja enseguida el calorcito de la gente compensa, la profesionalidad, la gracia, la arquitectura, la marcha, la cultura, el metro!! ir a Madrid es un encanto! Ah! y los camarareros nivelazo! Qué ilusión, para allá vamos!! Yujuuuu!!! Angels.
ResponderEliminarCalorcito de gente, la gracia, la marcha, la arquitectura... parece que describes a la escritora y no a la ciudad. Que sepas que hoy hace un frío soportable. Mientras te espero en la T2 o la T4 justo en la cantina de los empleados con más profesionalidad. No te arrepentirás de haberte traído a tu Sunshine de Gavá. Yujuuuuu!!!!!
EliminarImpecable descripciòn de lugares, personas y sentimientos.... ¿què màs se puede pedir? Hasta me has dado ganas de pensar en un pasaje de aviòn, no tan lejano (digo pasaje, has visto). Con tus narraciones uno se emociona y rìe tan al mismo tiempo que preocupa estar cercano a la locura! jaja
ResponderEliminarY no te digo màs... sòlo que disfrutes tanto como vaticinàs, para llenar de sonrisas el regreso! Besos de Argentina! Alejandra Atz
Que alegría Alejandra verte por aquí con tus risas cercanas a la locura. Música celestial para mis ojos en la mañana de mi despertar en Madrid. Gracias por compartir tú emoción y por hacerla ya nuestra. Besos desde mi pueblo, Madrid, esperando poder enseñartelo cuando el pasaje deje de ser un pensamiento y sea una realidad. Con amor
EliminarOye, ¿por que en Barcelona no se tiran bien las cañas?...
ResponderEliminarSilvia.
Pues no dejan correr la cerveza Y la espuma no aguanta tiesa hasta el final y la ponen en copones muy grandes y la tiran con muy mala follá. No lo pienso sólo yo Silvia querida. A lo mejor es cuestión de costumbres. En Madrid el grifo en una buena taberna sólo lo toca uno. Generalmente el propietario. Es todo un arte
EliminarYobi yoba cada dia me gustas mas, que bonito post de Madrid, asi es Madrid!!! que te quiero yo mare!!!
ResponderEliminarDe baile flamenco me voy a ir contigo y tu pelazo. Ay mare!
EliminarHola PERE, mu bonito el post. Ya te pasaré una foto de mi pueblo (LLERONA) para que me lo dejes por las nuves.
ResponderEliminarUna abraçada d'un català amb idiomes.
P.D.: los grupos de l'ANGELS sín chicas, son muy aburridos.
Hola, català amb idiomes. Cuando quieras. Por cierto léete el post del sexo que te va más que este de Madrid y que no sale Joan. o si. Ahora no me acuerdo....
EliminarQue disfrutes de tu Madrid (aunque hace días que escribiste este post, calculo que todavía sigues allí). A mí Madrir también me gusta para ir de vacaciones, para pasear, para museos, para perderse por el barrio de lo Austrias y para todas esas cosas que describes.
ResponderEliminarAhora, para vivir, pues ya lo intenté y no funcionó (Madrid no me quiere, pero me acepta como visitante). :-)
Muakis
Hola, linda. Aún sigo por aquí. Madrid a largo plazo es dura. Barcelona es más blandita. Y yo finalmente no vivo ni en una ni en otra. Me fui al pueblo. El Madrid de los Austrias es un caramelo para deleitarse. Gracias por venir a lanzarme un beso. Muacs
EliminarAnita me gusta lo que escribes leerte es un alimento para el espíritu. Que bien describes Madrid, desmenuzas todo con tanto realismo que me recuerdas a Emile Zola en "Au bonheur des dames" cuando describe el primer centro comercial tipo El Corte Inglés o la Samaritane.
ResponderEliminarLuisa
Me gusta que me Anitees y me reconforta ser alimento para tu espíritu. ¡Qué lindo que reconozcas nuestro Madrid en mis palabras! ¡Qué honor que me hables de Emile Zola! Buscaré la descripción del Corte Inglés. Mucho amor desde Gavá, tía querida
EliminarQue si te leo, cana, pero a destiempo. Me estoy convirtiendo en una lectora poco recomendable. Intentaré enmendarme mientras te sigo pensando, mona. Kote.
ResponderEliminarQuerida Kote una lectora siempre es recomendable venga a la hora que venga. ¿Te imaginas que dentro de veinte años alguien encuentra este post? Será altamente amorable, si se me permite la expresión. Mientras que sepas que yo también te pienso.
ResponderEliminarMadrid tintinea hasta de lao, sin perder el equilibrio. Madrid es la paz en la jaula de grillos. Madrid lo ha visto todo. Madrid es capaz de engullir Moratalaz y dejarlo más bonito que antes. Madrid es guapa, y muy mujer, sonríe ante un piropo como no sonríe nadie. Cuando me fui de Madrid todavía tenia todo mi pelazo Mod en la cabeza. La hecho de menos desde aquel junio, pero regresar es algo muy grande. En ningún lao hace frío como en Madrid, en efecto, me ha corrido un latigazo por la espina dorsal al leerlo porque siempre lo he pensado, desde chiquito. En Madrid un camarero es un Camarero, y no te pongas delante si eres flojo de pantalón. El que dijo lo de Madrid al cielo se quedó corto, pardiez. La amas. Para siempre.
ResponderEliminarY si la paseas con la persona que la quiere pasear contigo, caray.
Anda que no me ha gustado la entrada.
Mil besos.
"En ningún lao hace frío como en Madrid" ni el vaho es tan "humo de cigarro" como allí. Yo también lo he pensado siempre. Desde chiquita. Es un frío que te cruje la cara y te estiraza la piel. Te rompe los labios y te deja pellejitos colgando para que te entretengas con ellos en el bus 29 al subir en Arturo Soria camino de Felipe II. En ese frío la piel te obliga a sonreir. Los chulazos a reir y el cielo de Madrid a mirar p´arriba, que p´abajo ya miré bastante. Como el espíritu se nos queda impregnado en el alma a los de Madrid, nos basta una bajada al año y muchas Mahous con los colegas en Barna para seguir mirando a los camareros a los ojos con desparpajo. De Madrid se es o no se es. No hay medias tintas.
EliminarEncantada de que te hayas reflejado y que te haya gustado tanto la entrada.