martes, 21 de mayo de 2013

Personas como yo


- Como dice Porcia: "El don de la clemencia no se impone" Acto IV, escena 1 de El Mercader de Venecia (...) - dijo Richard Abbott.

Yo me puse del lado de Shylock. el parlamento de Porcia sobre la "clemencia" era insulsa hipocresía cristiana (...). En tanto que Shylock da en el clavo: el odio hacia él le ha enseñado a odiar. ¡Y con toda la razón!. "Soy judío" dice Shylock, acto III, escena 1. "Un judío, ¿no tiene ojos? Un judío, ¿no tiene manos, órganos, miembros, sentidos, deseos, emociones?" ¡Me encanta ese parlamento! (...)

-¿Qué dice Shylock?- Pregunté a Richard Abbott. (Yo sabía muy bien qué decía Shylock, y Richard había entendido hacía tiempo hasta qué punto me identificaba yo con eso.)

- "Si nos pincháis, ¿no sangramos?", pregunta Shylock. "Si nos hacéis cosquillas, ¿no reímos?. Si nos envenenáis, ¿no morimos?"

- De acuerdo, Bill, ya lo sé, ya lo sé. Eres uno de esos que reclaman su "libra de carne"- dijo Richard. 

-"Y si nos ofendéis" -proseguí con las palabras textuales de Shylock-, "¿no vamos a vengarnos? Si en lo demás somos como vosotros, también lo seremos en eso"- 

"Personas como yo" John Irving p (344)

La frase recurrente de mi adorado John sale justo en la página 343 "Eres intolerante con la intolerancia, ¿o no, Bill?".  Tan identificada estaba yo en el pasado con esa frase que se repite libro tras libro desde el Garp de "El mundo según Garp" que hasta estaba orgullosa de ella y la hacía un poco mía: "Hola soy Ana Cruz, mucho gusto. Intolerante-con-la-intolerancia, me llaman". Sé que no es nada de lo que estar orgulloso. Es bien estúpido ser un pavo real de una cosa como la intolerancia. Al final te conviertes en el carnicero que no quieres y cargas tus ascos y tus miedos contra los gatos en vez de contra las ratas (nazis versus judíos). Te conviertes en uno de ellos al reclamar tu libra de carne.

Siempre amiga de las minorías, de los grandes grupos mundiales me clasifico en al menos dos. Soy mujer (versus hombre) y soy del sur (versus norte). De los otros grupos me incluyo no en la mayoría, pero si en la reinante en este planeta.  Soy heterosexual, soy blanca y soy europea. Estos grupos no los he elegido. Me gusten o no, yo soy así. Si pudiera elegir probablemente sería homosexual y seguramente sería bisexual y decididamente no sería Europea. Pero, ya he dicho, no se puede elegir. Si no se puede elegir ¿porque miramos con odio y resquemor a los que están en otro grupo sin elección? ¿Y si fuese por elección? ¿Porqué la suya, Real Madrid-Barça, es más deleznable que la nuestra?  

Con el tiempo y una caña (la edad, ¡ay! ese si es un divino tesoro y no la hormonal juventud) he aprendido que la intolerancia no se puede pasar por alto, pero que no se frena siendo intolerante. Me enervan hasta la ebullición de mi sangre blancucha europea grupos políticos de representación ciudadana como el de Josep Anglada de Plataforma per Catalunya con frases públicas como "Nos va a tocar a los valientes expulsar a los musulmanes de nuestro país. [...] Un moro por el simple hecho de hablar en nuestra lengua podría convertirse en catalán [...] Y yo digo que nada de eso, ¡que un musulmán siempre será un musulmán! [...] Aquí ya no cabe ni un solo inmigrante más, hay que expulsar de una vez por todas a todos los inmigrantes ilegales.". La respuesta a este señor no es mi sangre bulle que te bulle. Es no votarle. Es entrevistarle con inteligencia. Es desarmarle. 

Para desarmarle (como hizo Michael Moore con Charlton Heston en Bowling for Columbine), para entrevistarle con inteligencia (como hace Jordi Évole en su programa semanal "Salvados") y para no votarle, lo mejor que podemos hacer es leer. Leer. Beber de la historia.  Tener memoria. Contarnos unos a otros lo que pasó. Explicarlo con palabras tiernas a los niños. Con dibujos de ratas, con números de economistas, con diarios de la época, con películas y documentales. Saber que de aquellas lluvias, aquellos lodos y que si a Alemania no la hubieran machacado tanto económicamente tras la primera guerra mundial, a lo mejor Hitler no habría tenido necesidad de querer cobrarse su "libra de carne". Bien se la cobró. Para acabar sepultado bajo un montón de escombros atrapado en un bunker como una rata.    

Pensemos antes de odiar. Amemos sin pensar. Sintamos que todos somos iguales, por que lo somos. Si nos pinchan, sangramos y si nos hacen cosquillas, reímos, como dijo William Shakespeare hace más de 400 años. Todos. De las mayores proezas y de las peores bajezas. ¿Quien quieres ser?

Imagen del libro-comic "Maus" de Art Spiegelman sacada de la web http://www.casadellibro.com/libro-maus/9788439720713/1139973

5 comentarios:

  1. Somos intolerantes y egoistas desde pequeños, y es una cosa que tenemos que ir trabajando.

    Es verdad, hay, no sólo que saber algo de nuestro pasado, sino tb analizarlo y revisarlo. Sin el machaque a la Alemania que sale de la IGM, lo más seguro, como tu dices es que no hubiera llegado Hitler al poder o como mínimo las tesis de gente como Goebels no hubieran llegado a aplicarse... Sin Holocausto a lo mejor hoy no abria el muro de Gaza y los israilitas no aplicarian a los jóvenes a partir de 16 años arrestos de 48 h, siempre que lo crean necesario... SI tenemos que aprender mucho...

    Silvia.

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  2. Otro apunte un poco mas jocoso, Heston padecia alheimer cuando el Moore lo entrevista (no justifico a Heston, pero si que me parece muy criticable el director).
    Y la parte jocosa es que no me extraña que Charles, se hiciera de la organización del rifle, fue como terápia por trabajar con la insoportable/bellísima y alcholica AVA GARNER...

    En 55 días en Pekin, Ava Garner llegaba siempre borracha al plató, era tan difícil trabajar con ella que rehicieron el guión y mataron a su personaje, y cuentan que hasta para morir los "hizo sufrir"...
    ¡Es lo que tenían las divas!.
    S.

    S

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    1. He conseguido no odiar a Heston tras pensar que lo que ha mamado es lo que ha criado. Admiro a Moore porque creo que lo hizo con enorme ternura y corazón. No fue agresivo y si Heston estaba con Alzheimer no me parece reprochable que Moore le recordara quien es. A lo mejor Heston prefería no saberlo, a lo mejor te parezco cruel, pero más cruel me parece el odio indiscriminado que lleva el miedo. Besos S.

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  3. Bueno, yo me considero muy tolerante, pero hasta cierto punto. A la hora de ser intolerante, tambien lo soy de verdad y lo peor es que considero mis intolerancias bastante justificadas y con todo el derecho.
    Mis intolerancias son hacia el tabaco (que fume quien quiera, pero que a mi no me afecte, por favor), hacia las personas que no hablan mas que de sus gatos (jaja), hacia actos de violencia, de abusos, hacia la gente que se pasa de egocentrica, gente que molesta (vecinos ruidosos sin sentido y a horas que no tocan), mala educacion, etc...
    En definitiva, soy intolerante hacia quien hace que "su libertad" este por encima de la de los demas.
    Quizas tambien soy intolerante hacia la intolerancia, como tu dices.
    Pero para mi, mi intolerancia es buena (no se puede tolerar todo en esta vida, y tambien hay que ser asertivos).
    Pero claro, cada cual piensa que su forma de opinar es mas correcta que la ajena, no?
    Saludos!

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    1. Querida Stu, tal y cómo comenté en el post, la edad, divino tesoro, amansa a esta fiera. Ya no pienso que mi forma de opinar es la correcta. Me ha costado mucho, a mi que iba de super empática por la vida, ponerme realmente en el lugar del otro. Tengo que entender porque llegan hasta allí. Tengo que saber hacer valer mi punto de vista sin llegar a machacar al otro. Porque cuando se machaca se genera odio y rencor. Yo luchó por mis opiniones. Esa lucha debe ser una flor. Aunque se muera en el intento. Lo que no puedo es matar en el intento. Besos linda.

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Muchas gracias por tu comentario perejilo!!! Abrazos cibernéticos :)

Pere Gila