domingo, 21 de abril de 2013

Pudor e Intimidad


Creo que el nivel de intimidad y pudor con el que uno se siente cómodo, viene de impronta genética y la actitud de tus padres, familiares, sociedad o momento histórico en el que toca vivir, lo pueden alterar más o menos. Hay personas muy pudorosas con su desnudez y la de los demás pero sin ningún pudor para la sanguinolencia, el sufrimiento y la violencia verbal o física, gratuita o justificada (si es que existe la violencia justificada). No siempre va de la mano el ser o no pudoroso y el tener cuidado o no de tu intimidad y la de los demás.

En el caso de ser pudorosa yo lo soy cero. No me altera lo más mínimo mi desnudez o la desnudez de los demás. Muy natural me parece, aunque la desnudez no es habitual. No ando en bolas por la calle por dos razones. La primera que me quemaría o me enfriaría en exceso. La segunda que aquí, en España, sería detenida por escándalo público. En cambio, lo de Cospedal, Barcenas, Pantoja y demás no debe ser escandaloso aunque es público y notorio lo que han hecho. Matices del diccionario de última generación. No me apetece quemarme o enfriarme (aunque, a veces, si me apetece ser detenida, por lo de ir contra el sistema que últimamente me tiene más quemá que la pipa de un indio). Voy, pues, con ropa. 

El la playa no me pongo tal cual llegué al mundo tampoco y en este caso lo hago por los otros. Por "respeto". Lo que si que hago muchas veces es cuando estoy sola nadando mar adentro me quito el bikini y me lo ato a la correa de las gafas de bucear o a una pierna. La última vez que lo hice iba nadando con mi hijo Luc y además estábamos en una playa textil que permite el nudismo. Ya había entrado en el agua sin la parte de arriba y en seguida me quité la de abajo. Le dije a Luc que se quitara el bañador que le quedaba tan apretado a finales del verano pasado que el pobre parece Burt Lancaster en "El nadador". Dijo que no mama, pero se dejó hacer. Siempre se deja hacer. Es tan buen nene. Ais...

Pensé que al contacto de la mar salada con su cuerpecico, sus gafas viendo los peces de la Costa Brava y sentir la libertad que da la desnudez absoluta, el pudor le desaparecería. Pero no. Me pidió el bañador de vuelta. "Hijo, pero ¿no te da mucho gustico?" "Si mami" me replicó "Mucho gustico me da. Pero yo quiero que me devuelvas el bañador ya". Muy serio, lanzándome su mirada de pocas-bromas-mami, mano estirada sobre las olas. Mientras me desataba su bañador de las gafas (parecía yo un tenderete de ropa de chiringuito de playa) pasó alguien cerca. Le dio vergüenza y se zambulló con todo el culo blaquísimo en pompa. Pobre hijo mio.

En la desnudez yo soy igualita a mi madre (desnudas no, eh, no jodamos). Tengo que aprender que mis ojos no son los del mundo y que mis gusticos no son los de los otros. Mi falta de pudor acaba donde empieza la de los demás.  Todo esto viene por que hay amigos míos que no entienden mi pudor a la hora de no querer ir al baño con miembros de mi familia (hermanas y pareja, no más allá, por favor) pero ni hermanas, ni pareja ni amigas cuando teníamos ambas 15 años. Nunca he soportado hacer pis delante de otro. Cuando Luc me cerró la puerta del baño en las narices un buen día, pensé "Bueno menos mal. Un trago que me ahorro". Ahí, para mi, pasamos a la linea de la intimidad. Eso del pis es intimo. Pues para ti. No me necesitas para nada. Ni para dar conversación, ni para sujetar la puerta por si entra alguien. 

La intimidad en la red es otra cosa. "Chica, que cosas cuentas". Me dicen algunas. "Yo no podría". Claro, hija, porque a ti no te pasa nada digno de ser contado. ¿O si?. A tooooodos nos pasa exactamente lo mismo. Cuanto más mayor me hago más cuenta me doy. Pastaditos todos. Clavados en las penas y las alegrías y las alergias. De pronto, a alguien lo secuestran (un horror) o a alguien le toca la lotería (un alegrón) pero, vamos estos dos casos, no son nada, nada habituales. Andrés, mi hermano pequeño, se ríe diciendo que se parte con mis estados de Facebook porque, a veces, tienen un montón de "me gusta" y está seguro que la mayoría no sabe que es lo que estoy poniendo realmente. "Lo mejor, Ana, es que a ti te da igual. Tú estado es tan enrevesado como tú. Y suele expresar algo que es solo para ti o tal vez para alguna persona como la Marquina y ella lo sabe y los demás no y de pronto tienes 10 "me gusta". Escribes ese estado exactamente igual que piensas y, bueno, eso mola. Tú eres así y te importa un pito lo que puedan pensar los demás". 

Odio la gente parásita en general y más en Facebook. Los que viven de absorber las vidas de los demás sin entregar nada a cambio. Si tú quieres saber que tal bien o mal me va, chafardero, a mi me gusta también saber que tal bien te va ¿no?. Por eso me cambié el nombre. Solo quiero que me encuentre quien yo quiero que me encuentre, no alguna imbécil que no me hablaba en el cole y ahora me cotillea y me merienda en la intimidad de su casa. Quid pro quo, que decía Anibal Lecter. Yo te doy, tu me das.  De todos modos si no entiendes mi estado es que no era para ti. Que retorcida, Ana, y por que no se lo dices a quien se lo quieres decir en privado. Porque me lo paso tan bien cuando de esas 10 manitas diciendo "me gusta" una es para quien lo puse. Cuando lo que escribo es para mi, me pongo "me gusta" yo misma. Lo hago al cabo de los minutos o cuando entro a las horas y lo leo. "Ah, que era para mi. Que bonica fui y que bien me sentía hace dos horas y ahora que mal me siento. Bueno. Me pongo un me gusta. Pobre"

Mi intimidad es mía. La intimidad de los míos, por muy míos que sean, es suya. Luc aún no sabe de su fama on line. Con el tiempo me puede reclamar, pero, mientras, me la voy jugando con él. Total, lo que pongo solo lo entienden unos pocos y además está escogidito para no hacerle pasar mucha vergüenza el día que lo descubra. De mi pareja no cuento nada por que tiene 36 amigos en Facebook y yo no soy una de ellos. Con eso digo todo. Y mis hermanos ya no me cuentan nada porque "Ana, hija, eres una bocazas". De ellos tampoco hablo. Solo muy de tarde en tarde y en clave Re.... Ma.... ;)

Por cierto la foto que tenía en bolas me la han censurado los de blogger. Una pena. Os quedáis con esta tan aséptica del inicio de Facebook. Feliz semana para todos.





lunes, 15 de abril de 2013

Sueños vividos, sueños cumplidos

"La flor groga" Manel

"Ja sabem com t'agrada aixecar el braç i calcular el pol d'on ve el vent,
Ja hem gaudit de l'estil que exhibeixes quan marxes corrents.

Ja hem entès que ets una ànima errant que abandona les cases quan tothom dorm,
Que t'agrada menjar quan hi ha gana i dormir si ve son.
Però pensa't-ho bé que després, tard o d'hora, sempre arriba el moment
Quan s'obre com una flor rara el penediment
I entens, com si totes les bruixes del món coincidissin llegint-te el futur,
Que és cosa de temps que et sorprenguis pensant que ho tenies,
Que jo creia en tu.

Ja sabem que tres mil aventures bateguen rabioses lluny d'aquest racó,
Que els guerrers s'avorreixen si no hi ha una mica d'acció.
Ja hem previst que només moriràs si algú et clava una daga daurada en el cor
I que on t'enterri una bona gent hi creixerà un roure fort.
I és quasi entranyable que oblidis tan ràpid que sempre arriba el moment
Quan s'obre com una flor groga el penediment.
Si ho saps com si totes les bruixes del món t'estiguessin llençant un conjur,
Una rima ancestral que et farà recordar que ho tenies,
Que jo creia en tu.

Si em llevés i fos rei, reuniria les Corts per incloure en el codi penal
Que es prohibeixi a la gent 'nar pel món buscant res que no pugui anomenar.
Que la por estaria allà però, potser, per variar, aprendríem a passar-la junts
I no et veuria mai més explicant-me que bé estaves quan ho tenies,
Quan jo creia en tu."

"La flor amarilla" Manel. 

"Ya sabemos cómo te gusta levantar el brazo y calcular el polo de donde viene el viento, 
ya hemos disfrutado del estilo que exhibes cuando te marchas corriendo.
Ya hemos entendido que eres un alma errante que abandona las casas cuando todos duermen, 
que te gusta comer cuando hay hambre y dormir si viene sueño.
Pero piénsalo bien que después, tarde o temprano, 
siempre llega el momento cuando se abre como una flor rara el arrepentimiento
y entiendes, como si todas las brujas del mundo coincidieran al leerte el futuro,
que es cuestión de tiempo que te sorprendas pensando que lo tenías,
que yo creía en ti.

Ya sabemos que tres mil aventuras palpitan rabiosas lejos de este rincón,
que los guerreros se aburren si no hay un poco de acción.
Ya hemos previsto que solo morirás si alguien te clava una daga dorada en el corazón
y que donde te entierre una buena gente, crecerá un roble fuerte.
Y es casi entrañable, que olvides tan rápido, que siempre llega el momento
cuando se abre como una flor amarilla el arrepentimiento.
Si lo sabes, como si todas las brujas del mundo te estuviesen lanzando un conjuro,
una rima ancestral que te hará recordar que lo tenías,
que yo creía en ti.

Si al despertar fuese rey, reuniría a las Cortes para incluir en el código penal
que se prohíba a la gente ir por el mundo buscando algo que no sepa nombrar.
Que el miedo estaría ahí pero, quizá, para variar, aprenderíamos a pasarlo juntos
y no te vería nunca más explicándome que bien que estabas cuando lo tenías,
cuando yo creía en ti."

Esta canción de Manel me provoca mucho cada vez que la oigo. Me provoca rabia por la pasividad que desprende.  Por el reproche que te hace de que al creer él en ti, te tenga que valer para acallar tus guerreros. Porque las aventuras son rabiosas para el que se queda, pero no para el que las vive. Me provoca dolor la flor amarilla, por que el arrepentimiento es la mayor de las penas sobre todo cuando es usada como lanzadera de miedo. Ese "ya sabes que después, tarde o temprano, esa flor se abrirá". Las brujas te recordarán como te recuerdo yo que ya lo tenías. Pero creo que no. Que no lo tenías. Y que, aunque tu creyeras en mi a mi eso no me valía. Que es mejor morirse si alguien te clava una daga de oro en el pecho y ver crecer un roble de él, que morirse convertido en polvo.  

Y la sigo escuchando por que hay muchas letras de Manel que me indican que son sabios, pero, en casi todas, son cobardes, y les comprendo, porque yo también soy cobarde. No debemos cortarles las alas a los que vuelan con conjuros, ni con leyes en las cortes, y menos con la escusa de que no saben como nombrar a aquello que solo se puede sentir. ¿Que hay de las emociones y los sentimientos que no se pueden explicar? ¿Que no se pueden medir? ¿Que solo pueden fluir? ¿Que hay de malo en comer cuando haya hambre y dormir cuando tengas sueño? 

Será cuestión de tiempo pero, a lo mejor, quizás, con suerte, la flor amarilla no florece, y entonces sonreirás pensando: ahora, ahora es cuando lo tengo. Y quien creía en ti, si aún te sigue, volverá a creer, aunque, entonces, tal vez, el miedo lo hayas pasado solo y no juntos.