domingo, 22 de marzo de 2015

"Her" o el amor infinito, infinito amor...


Anoche vi Her, la película de Joaquin Phoenix que la tenía dormida en el armario de los monstruos esperando a saltarme encima en suave cómo lo hizo ayer, en vez de en tigre cómo lo hubiera hecho hace un año.  Tengo en mi habitación un cuadro prestado por mi hermana Cris mientras trotamundea en el que una niña se abraza a una enorme, triplicadora en su altura, criatura y bajo su abrazo se puede leer "Love your fears" (ama tus miedos). Siendo la niña y la criatura la misma cosa, bien puedes leer "Quierete anda, no seas tontaca" 

El amor es todo lo que hay y no hay más nada. El amor en sus mil variedades y en me invento la mil y una para amarte a ti. Y la mil y dos para quererme yo misma como nadie me ha sabido querer jamás. El amor te salva y ante la duda ama. Si me muero mañana me voy con eso. Hasta del Teorema de Pitagoras dudo pues soy capaz de ponerle pegas. Si hasta Felipe Gonzalez me ha resultado ser un cagón de derechas, ¿Qué me queda pues?. Amar.

Eso si. Para amar hay que ser valiente. No hay que ser pacato. Ni pobre de espíritu. Ni grande en dilaciones. Ni dejar que esos temores triplicadores en talla nos devoren. Hay que amar cómo si nunca nos hubieran herido. Cómo si no hubiéramos perdido al apostar. Cómo si aún estuvieran todos aquí. Cómo si eso que creímos único y especial realmente lo fuera pero lo que está por llegar puede serlo también.  

Hartazón de llorar me pegué y aún me pego esta mañana de domingo que si si, que si no suelto el invierno. A los pequeños de corazón les asusta la gran capacidad amatória de los grandes. Les asusta porque a ellos no les cabe. No les cabe porque no quieren. ¿Cómo me va a amar a mi cómo a lo más grande de su vida si ama a 641 otros? Si hasta lo puede cuantificar....

Fui parando la película y anotando en un papel en vez de en mi mente las cosas que me iban impactando casi desde el principio hasta que en una cita de carne y hueso que tiene Theodore es todo casi fluido y perfecto, todo lo fluido y perfecto que puede ser una primera cita donde normalmente dos mentes juegan la final de la Champions League mientras los cuerpos se lanzan mensajes totalmente antisubliminales. Ella, le dice ante sus besos "No, así no, no tanta lengua, un poco menos. Labio si, pero lengua menos". Y él, Theodore, tímido y rechazado en otras ocasiones no besa cómo quiere sino cómo le da gusto a ella. Lo escribí y dejé de parar la película. Gracias a freaks del sistema global he podido rescatar los momentos que me impactaron más y la frase que finalmente me rompió.

"-Pero el corazón no es como una caja que se llena. Crece en tamaño mientras amas. Soy diferente de ti. Esto no me hace amarte menos... al contrario me hace amarte más.
-Eso no tiene sentido. Eres mía o no lo eres.
-No, Theodore. Soy tuya y no lo soy." 

Y ahí radica todo el todo. La capacidad no mezquina de amar. De ser consciente que si tú eres grande amando el de al lado también lo es. Y lo peor (para tus miedos) que puede ser más grande que tú en caja de amar. Que nada es para siempre y que nunca se deja de amar a alguien que se amó de verdad porque sería morirse. Y no nos queremos morir. Aunque asumamos que lo vayamos a hacer. Aunque sepamos que ese amor, tal y cómo lo conocemos hoy se desvanecerá. No implica, ese amor pasado que se acabó cómo relación amorosa en pareja pero sigue presente cómo otro tipo de amor en nuestro presente, el imposible nuevo enamoramiento y cabida de nuevas personas en el ancho mundo de nuestros ventrículos y aurículas.

Quien se niega a amar se destruye. Se ennegrece. Se consume. Grisacea y amarillea. Se desvanece en nubes ajenas pensando que son propias. Envilece y se queda raquítico. Se diluye en mares que ni siquiera le tocan. Se evapora en veranos cálidos de otros cuerpos al sol. No son. Quienes se niegan a amar porque "Ya me está bien así", porque "No toca ahora", porque "No te es necesario en tu vida" o peor aún porque "Yo ya no quiero sufrir más", están destinados a morirse, pero morirse por amor en vez de morir de amor. 

Vuelvo al principio del todo e intento, grabarme a fuego tal vez no, pero si escribírmelo en papel, y contármelo en noches frías por teléfono, y contártelo y explicármelo y compartirlo contigo cuando me puedas escuchar, que el amor es la respuesta a todo lo que tienes en la mano, que cuanto más lo das más te vuelve, y que lo que te cuesta en lágrimas con amor se te cura. Con amor a ti misma, a saber que fuiste tan grande que saltaste. Contra todas las leyes de la naturaleza dinámica, con lo pequeñita que eres, que no llegas al metro sesenta y que en corazón ...

Eres, un dragón
Un tigre alado
Una ballena blanca
Un elefante africano
Eres un diplodocus
Eres un cocodrilo en el Nilo
Eres un pescadito de río que se ha tragado el corazón de otro

Y así hasta el infinito

Amen. Cómo siempre y para siempre sin tilde.