viernes, 15 de marzo de 2013

Men sana in corpore sano

Por fin me he vuelto a poner el sujetador de yoga y ha sido una sensación cojonuda. Para los que no sabéis de sujetadores de yoga este es blanco y sin costuras. Con una especie de tirante grande que cruza la espalda de arriba hacia abajo en vez de los tirantes habituales. A mi me aplasta las tetas bastante por lo que parezco Nicole Kidman en el momento que me fumo un porro con Tom en Eyes Wide Shout. Bien, ahora que tengo captada la imaginación calenturienta de mis lectores masculinos y la sonrisa de mi público femenino, me pongo a daros la chapa de lo que es para mi el yoga.

Hace un año tuve "la revelación".  El crack del 14 de marzo del 2012 me pasó con una factura de Vodafone y una llamada de teléfono. Era Nirmala Devi con un "Hola ¿que tal estás?". Antes de cogerlo miré al teléfono, y miré a la factura y al final pensé que debía contestar a Nirmala por que es muy buena amiga y que yo estuviera cabreada como una mona podría esperar. Cogí el teléfono para soltarlo en diez minutos, lo justo para saber que quería ella. Pero hablamos más de una hora y yo lloré muchísimo y a ella no le extrañó. Le dí una paliza tremenda con la factura de Vodafone (esto no es una manera de hablar. Es verídico que pasó así) y me ofreció acompañarla a Valencia, donde ella habita, a un taller de los sentimientos y las emociones que pensaba que me vendría bien. No dijo la palabra Yoga y las palabras sentimientos y emociones junto a taller me daban una grima morrocotuda pero quiero mucho a Nirmala y creo que ella me supo "ver" más que yo misma y como estaba hecha un autentico trapo me dije "¿Que mal me puede hacer?"

Dos días después me iba en tren y dejaba a mi marido y a mi hijo un poco flipados pero aliviados de ver a la loca de Vodafone marchar por la puerta. "Volveré el domingo, queridos". Dije al partir por la puerta (no se libraban tan facilmente de mi). Cuando llegué a la Fundación Sirio en Caudiel, la naturaleza se me metió por todos los poros. Aún en el camino un coche se nos cruzó y nos dio la bienvenida con una calidez tan brutal que me dio miedo. Las sonrisas y el buen rollo flotantes en el ambiente a mi, tan sarcástica y ácida con todo me dieron escalofríos e hice el chiste mental que me imaginé a mi marido haciéndose en Gavá "De aquí me sacan los geos como en Waco". El humor es mi defensa ante el desconcierto y lo desconocido.

Los talleres de biodanza, la comida vegana, la hermandad, las palabras con Nirmala, el abrazo que me dio Tomás, los susurros de Carol, la música, el olor, la naturaleza, la madera del refugio, las mesas compartidas, la mamá de una chica que vino de la argentina, la sonrisa de todos, el ahorro del agua, las risas de muchos, el aprender a escuchar el silencio y el oírme por dentro, hicieron que saliera tocada y mucho más reconfortada conmigo misma que como había llegado.

Empecé a meditar en casa sola y me apunté a clases de Yoga en Gavá. Era de Kundalini que parece ser que es de las más antiguas y completas. Duraba una hora y media y combinaba ejercicios de Yoga (como de gimnasia de la antigua de estiramientos) con meditación (intentar dejar la mente en blanco para relajarte y ser feliz), mantras (palabra que repites varias veces mientras respiras de una determinada manera para concentrarte y que la mente no se te vaya a la lista de la compra) y respiraciones diferentes (de fuego, rápidas, cortas, desde la barriga, hinchando pulmones, vamos una barbaridad de maneras de respirar). Cuento todo esto por que yo no tenía ni idea de lo que era un mantra o un chacra y confundía todos los términos.

Me hizo un gran bien. A nivel corporal estaba hecha una abuela pues no hago nada de ejercicio propiamente dicho. Osea, quiero decir ejercicio bien hecho. Corro como una loca, cargo como una burra, me agacho y me levanto como una posesa, ando como si me quemara el culo, y gesticulo con el móvil en la oreja mientras hago todas estas actividades. A nivel mental me vino mucho mejor pues aunque nunca he conseguido dejar la mente en blanco mucho tiempo,  la suma de los tiempos blancos si han sido un buen montón y, como dijo mi maestro de yoga "Tú piensa como has entrado en la clase y como estás saliendo. Con eso decides si vuelves" Y volví, claro.

Lo dejé por circunstancias ajenas a mi voluntad y dejé de meditar y me enredé en mi super ego-yo y en mis historias mentales y dejé de escuchar a mi corazón. Recaídas que tiene una. Cuando me encontré otra vez enredada con Vodafone allá por Navidad pensé "Esto se tiene que acabar". Este blog me había ayudado mucho. Me dio auto confianza en mi (volví a escribir y a algunas personas les gustaba mucho) y me servía de vía de escape. Pero me faltaba algo. Como yo sola no podía a parte de volver al yoga y a clases de meditación decidí ir a una psicóloga. Me está ayudando a desmadejar el hilo mental, a saber lo que es verdad o lo que yo quiero que creer que es mi verdad, lo que quiero, a lo que aspiro, por que me pongo triste y sobre todo por que no consigo darme de baja de Vodafone, coño, con lo fácil que es...

Así pues, combinando con clases de Pilates particulares de la mano de una madriles afincada en Gavá (que el destino me puso en el camino para reconfortar mi alma chulapona), voy haciendo la pócima sanadora de mi vida y voy abriendo los ojos a la primavera por que, ella, está a la vuelta de la esquina y siempre  siempre, llega. Ahí me encontrará preparada para florecer, justo como hace un año. Espero que este año, me pille más blandita y menos dura de mollera.


8 comentarios:

  1. Pues suena muy bien lo del Yoga. Yo también haría (bueno, entre Yoga y Tai chi, no sabría cuál escoger), caro que también retomaría las clases de piano que dejé de niña, las de bateria que un día probé y me engancharon, quizás me apuntaría a claqué... Son muchas cosas, así que de momento con la esgrima y mi alemán, tengo, pero algún día...
    Tú recibe la primavera con buen espíritu, con tu luz interior, florece y sonríe, guapa.
    ¡Y mucha suerte con Vodafone! Estas compañías de teléfono tienen mucho peligro (por eso yo nunca me he hecho un contrato, soy de los pocos bichos raros que quedan sin contrato de telefonía :-) , a mí no me pillan...). Muakis

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Que curioso Stu. Ya sabes que hice esgrima en la universidad y hubiera matado por unas clases de claqué. ¿La verdad? Por Gene Kelly. Me encantaba de pequeña :) Gracias por tus bellas palabras sobre mi buen espíritu. Que me siga y no me deje caer. Una abrazo grande, gordo y apretao.

      Eliminar
  2. Escucho de fondo la banda sonora de Hable con ella de Alberto Iglesias mientras leo por segunda vez tu post, ayer no sabia muy bien que decirte, bueno realmente no podia poner por aqui lo que quería decirte, una vez que te has atrevido a compartir con nosotros tu verdadero estado de ánimo, y esta vez no me lleves tanto la contraria que lo dices tu " Me está ayudando a desmadejar el hilo mental, a saber lo que es verdad o lo que yo quiero que creer que es mi verdad, lo que quiero, a lo que aspiro, por que me pongo triste y sobre todo por que no consigo darme de baja de Vodafone, coño, con lo fácil que es..." solo decirte que solo puedes ir a mejor, que las noches no se te vaya no mas en puro llorar y menos por Vodafone, si es que no tiene mas nombres ese puro llorar, entiendeme lo de puro llorar, es nada mas que una metáfora, después de que retires esas cortinas que cierran tu ventana en este momento, entre el pitales, tu psicóloga y los que te queremos, retiraras esas cortinas y limpiaras los cristales, y sabes lo que verás??? verde, mucho verde, y sol, risas de Luc y a ti misma que por lo visto te has mirado por dentro y no te has gustado nada, pero has sido una valiente, muy generosa, lo has compartido con nosotros y hala, liate la manta a la cabeza como veo que ya has hecho y afloja Pere Gila, aflojate un poco, permitete cosas, estados, tristezas, alegrías, emociones y aqui estamos siempre lo que te queremos por si te tambaleas y necesitas algún brazo para devolverte al centro del camino y que sigas caminando. Ánimo y adelante corazón!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias bella Marquina, la del corazón cinco estrellas. Por la noche no sólo lloro, duermo, leo mucho, guaseo, escribo y a veces pienso. Las noches y las madrugadas son para mi. No para la empresa, no para la familia. Sólo para mi. A veces me busco y me encuentro y no me gusto, otras me disfruto. Cuento con tu brazo de mar de sirena encantada. Gracias amor.

      Eliminar
  3. Creo que Marquina lo ha dicho todo.

    Besos,

    Silvia.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Besos recibidos y palabras dobles de la Marquina releídas. Gracias Silvia

      Eliminar
  4. Quitandole hierro al asunto.

    Yo tb he empezado Yoga a finales de enero (hata yoga) y ¡Dios!, como duelen los estiramientos... Yo pensé que sería más idílico, más meditación, más zen... Y si, hacemos Om, damos Namaste y saludamos al sol... pero los estiramientos son intensos.
    ¡Dicen que con el yoga se crece un centímetro!. ¡Y tanto!.
    En fin que como hago Yoga el viernes, el sábado estoy hecha, lo que vulgarmente se llama una braga...
    Más besos.

    Silvia.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Las bragas felices son menos bragas :) ya hablaremos más largo con tes entremedias del tema yoga y otras visicitudes de la vida. Besos más y muchos.

      Eliminar

Muchas gracias por tu comentario perejilo!!! Abrazos cibernéticos :)

Pere Gila