sábado, 18 de enero de 2014

Obsesiones o la sarna con gusto que no pica



La obsesión y la adicción aunque familiares no son iguales.El adicto niega que lo es. Según me comentó mi amigo, y psicólogo, Ángel, "adicción" es negar la palabra o lo dicho (a=no, dicción=decir) (Editado el 20 de enero. Ver comentario número 1 al respecto). "¿Consumes más de lo habitual y no lo puedes dejar?" "¿Yo? no". Cuando el adicto reconoce ese consumo y esa falta de control sobre él empieza realmente su proceso desadictivo. 

Piensa ahora en una obsesión que tengas y sigue leyendo mi post con esa obsesión ejemplo en la cabeza. No quiero hablar de las mías por dos motivos. Son muy privadas y si tú no las tienes no me entenderás. Así que lee pensando en las tuyas. El obseso no siempre es consciente de que lo es. Luego, lo puede negar. Contra más mayores somos y más conciencia tenemos de nosotros mismos más nos analizamos. Este analisis debe ser riguroso, pero no duro o cruel. Se puede ser muy firme y tierno a la vez y el amor de todo tipo es un claro ejemplo de la posible combinación de estos dos adjetivos.

Ahora bien, ¿qué ocurre cuando uno se ha analizado, ha sido riguroso, no ha sido duro consigo mismo (no hagas daño a quien más quieres del mundo) y ha tomado plena conciencia de la obsesión particular?. Se opta por ponerle remedio y arrancarla de tu vida, ya que una obsesión implica un estado de continuo pensamiento o acto derivado de un pensamiento obsesivo y esto implica a su vez una privación de tiempo y espacio a otras partes de tu vida. O se opta por no hacer nada al respecto. Es el famoso "sarna con gusto no pica". Yo soy de este último parecer. 

Me crispa bastante el cómo "deberían" ser las cosas según la sociedad pudiente, gobernante y bienpensante. En general me encanta desencasillarme de las etiquetas que me han puesto a lo largo de la vida o que me he ido poniendo yo (en este blog, sin ir más lejos). Lo cierto es que en cuanto te etiquetas dejas de lado a los que no les cuadra tu etiqueta. Hacer piña con unos te posiciona en contra de otros. Estoy aprendiendo a ser solo yo, tan única y particular como cualquiera del resto de la humanidad. Qué no haya etiquetas ni hastags que me aíslen, o tantas que me asocien con cada ser vivo del planeta.

El no hacer nada por controlar las obsesiones está muy bien hasta que "sarna con gusto" empieza a no dar gusto y entonces "pica". Y, creerme, en todas las obsesiones, al final, llega un momento que pica. Solución que he encontrado y trato de aplicar en mi día a día para evitarlo:

  • Conocer bien a mis obsesiones
  • Saber su alcance real 
  • Desmitificarlas ¿Son realmente tan importantes en mi vida?
  • Dejarme ir
  • Cuando empiece a picar, antes de que duela, corta
Frenar sobre picor es más facil que sobre dolor. El rollo de la culpa personal y social es mucho más manejable en ese punto.

A todos nos gustan nuestras obsesiones y nos dan placer. Son nuestras y les damos mucha importancia, pero deberíamos gustarnos aún más nosotros mismos. Debemos conocernos. Debemos saber cual es nuestro punto de no retorno. Vivir al límite y disfrutar cerca de ese punto pero saber, también, cuando volver para no perderse por el camino.

Feliz y sana sarna. Gracias por leer


Imagen obtenida del blo http://www.fundacionargibide.org/actualidad?start=40

3 comentarios:

  1. Me han contactado, en privado con amabilidad y sin alevosía cómo solo saben hacer los buenos lectores y amigos, para advertirme del "posible" error etimológico de mi versión de la palabra adicción. Me encantaría reproducir exactamente las palabras de mi amigo lector pero por respeto a su privacidad no lo haré. Cotejé sus dudas con Ángel, mi fuente, y me respondió (tras investigar por su lado) "La palabra adicto es muy controvertida. Algunos hablan que ambas son válidas: A-(privativa) -dicción (dictun/dictus=dicho). Y otros dicen que viene de addictio: Denominados así a los antiguos esclavos romanos. Incluso este es el nombre de un personaje mitológico cuyo desfase recuerda al adicto". Parece ser que, tras hablar de nuevo con mi amigo el "etimólogo", que la palabra ‘adicto’ proviene del latín ‘addictus’. Addictus era el deudor que por falta de pago terminaba siendo adjudicado o entregado como esclavo a su acreedor (http://brendayenerich.escritoresdepinamar.com/etimologia-adicto/) Hoy en día el adicto también es una persona muy aficionada o apegada a algo como por ejemplo, la lectura. Me proporcionó por teléfono una referencia de una página web que soy incapaz de encontrar ahora (era muy tarde cuando aclaramos este punto) en la que se indicaba de que la explicación que me dio Ángel viene a ser "una leyenda urbana en el campo de la psicología", como por ejemplo decir que la adolescencia significa "negación del dolor". Espero que me mande el link para poder compartirlo con vosotros pero no quería seguir dejando el post con la idea errónea (por otra parte muy curiosa, la verdad) de la procedencia de la palabra adicción. Gracias a todos por leer, comentar, dialogar y compartir. Me hace tremendamente feliz el saber que, a veces, me equivoco. Eso indica mi humanidad. Buen lunes!

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  2. Fantástico, el debate. "No te acostarás sin saber algo más".
    Me ha encantado la foto.

    Silvia

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    1. Siempre son fantásticos :) y la foto es tan super gastronómicamente TOC que me ha enamorado. Gracias por comentar Silvia

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Muchas gracias por tu comentario perejilo!!! Abrazos cibernéticos :)

Pere Gila